Eduardo Rojas Montenegro a sus 55 años es un artista que ha incursionado desde su niñez en variadas actividades artísticas, a los siete años se inició cantando en los actos de la Escuela N° 10 de Niños y su primera composición “Paloma Navideña” la escribió a los 12 años dedicada a la memoria de su madre.
Con el correr de los años comenzó a incursionar en festivales de colegios y comunales obteniendo varios reconocimientos, entre ellos destaca Festival de Escuelas Básicas de Coquimbo, Festival Estudiantil del extinto canal 8 de La Serena, Festival Minero de la Acción Católica y Festival del Verano de nuestro pueblo, su participación en dichos eventos además le servía para ayudarse en sus estudios, porque siempre compatibilizó lo artístico con lo académico.
Mientras cursaba la enseñanza media en Coquimbo participó en el Grupo electrónico tropical Capri y Sonido 5, con los cuales amenizaban diversas fiestas, bautizos, matrimonios los fines de semana. En 1982 abandona esos conjuntos para regresar a Andacollo.
Instalado de regreso en nuestra comuna, se dedica a la minería y en su tiempo libre escribe poesías, compone canciones de diferentes estilos como tonadas, boleros, valses, rancheros, cumbias y cuecas, inspiradas en las vivencias, costumbres y tradiciones mineras y religiosas. Eduardo nos señala que “busca plasmar vivencias, proyectarlas con palabras simples en un mensaje de esperanza para tirar para arriba a las personas, especialmente a las de nuestro pueblo”.
En la década del noventa aceptando una invitación de Francisco Vega se integra a la Agrupación Folclórica Huaso Gonzalez, conjunto en el que compone y canta sus creaciones especialmente aquellas de la vida campesina inspiradas en su madre, que era oriunda de Río Hurtado.
Como un incansable y multifacético artista siempre en busca de aprendizaje, ahora participa como alumno en la Escuela de Talentos Andacollinos en el taller de pintura “reciclarte” donde elaboran piezas ocupando todo lo que no sirve como metales y madera para convertirlos en artesanías con el sello de Andacollo.
En el próximo mes de junio prepara una exposición de sus pinturas, en las cuales se incluirán las obras en blanco y negro que realizó el 2013 llamadas “Andacollo en el Tintero” que plasman como él nos señala “algunas de las cosas que han desparecido como los pircadores, los que hacían adobes, los canteros, los que lavaban en maritata y ya no se ven, ni siquiera las personas que andaban de apir con el capacho son muy pocos los que se ven, tratando así de preservar nuestra identidad porque un pueblo sin pasado y sin raíces no puede sostenerse en el presente”.
Finalmente, manifiesta “que todo se puede, no hay ninguna cosa que no se pueda hacer, hay que atreverse porque hasta la cosa más sencilla resulta bonita porque es con amor”