Después de un periodo fuera de Andacollo, viviendo en Santiago, Rosario volvió para enseñar sus conocimientos, mostrando su talento especial por la pintura y las restauraciones.
Una historia familiar de artistas, eso es lo que ha marcado la vida de Rosario Vega, nieta del recordado y querido artista andacollino Héctor “Tito” Vega, quien fue compositor, cantautor, artista y escritor, dejando una huella imborrable en la cultura de Andacollo. En este sentido, desde pequeña, Rosario tuvo inquietudes por el mundo del arte, por su abuelo y también por su lado materno, quienes fueron su inspiración para concretar su sueño de estudiar artes.
Licenciada en artes visuales de la Universidad de Chile, Rosario ha perseguido sus sueños de niña y pretende seguir compartiendo sus conocimientos artísticos con la comunidad. “Mi trabajo es incipiente, de a poco he ido haciendo talleres, ahora estoy haciendo murales a pedido, pero también participo en agrupación La Veta”. Esta última se formó para agrupar a los artistas y artesanos de Andacollo.
Por su parte, comentó sus recuerdos latentes junto a su abuelo, y expresó que “recuerdo a mi abuelo interactuando en la escuela, él también fue mi profesor, siempre daba su ejemplo, pintaba, escribía, componía, y por eso siempre tuve inquietud artística, también por mi lado materno, donde hay muchos dones con la pintura y los colores”.
Al día de hoy, Rosario se encuentra pintando un mural en Maitencillo, además de trabajar en los lineamientos más relevantes de la agrupación “La Veta” junto a los demás integrantes. También contó que, al volver a Andacollo, tras vivir en Santiago, valoró sus colores, sus cerros, el cielo e incluso las flores amarillas tan típicas. Y en ese sentido, indicó que “en mis trabajos intento plasmar todas mis memorias, ya sea en colores o formas, es lo que yo he visto toda la vida”.