NOTICIAS

Con el yoga aprendió a ejercitar cuerpo, mente y alma

16 febrero, 2018

Camila Rojas fue diagnosticada con cáncer a la tiroides a los 25 años. Actualmente tiene 30 y no solo logró superar la enfermedad, sino que se dedica a impartir clases de yoga a la comunidad, con el fin de compartir con personas en la misma situación, la gran ayuda que la disciplina puede entregar al proceso de recuperación.

La enfermedad se le detectó a muy temprana edad y fue el tratamiento de esta lo que generó una serie de cambios en su cuerpo. Pese a que el cáncer de tiroides tiene un buen diagnóstico, el proceso de recuperación  se puede volver largo y con permanentes riesgos de recaída. Tal como Camila lo expresa, la enfermedad no solo se manifiesta en un ámbito físico, sino que también emocional y es ahí donde el yoga entró a jugar un papel fundamental.

Fue a raíz de esto que decidió, no solo practicar el yoga para sí misma, sino que se especializó como instructora y profesora de la disciplina. Actualmente realiza clases a personas que sufren o han sufrido esta misma enfermedad. Sus primeras clases fueron en Andacollo y fueron dirigidas a las personas de la Agrupación Oncológica de la comuna. “Con el cáncer hay dos caminos, uno decide sanarse o te entregas a la enfermedad, entonces cuando uno ve a una persona que ya lo ha combatido y se ha curado, eso les motiva mucho más a salir adelante” expresó.  

Su experiencia como profesora de yoga, no solo se ha limitado a adultos sino también a niños “Pese a que soy profesora, nunca le había hecho clases a niños, pero lo paso genial, me hacen reír mucho, vienen con alegría, llegan a sus casas a enseñarle a sus papás las posturas que aprendieron, se ponen mucho más creativos”. Por el lado de los adultos, expresó “Las personas aquí están muy agradecidas, cada vez que termino una clase, no solo recibo un pago por eso, sino que también un abrazo y eso es para mí es fundamental. Allá en La Serena la gente tiene mucho para elegir, pero aquí en Andacollo no”.

Camila, quien además tiene el título de profesora en Castellano y Filosofía, actualmente hace clases de la disciplina en la Universidad Santo Tomás en La Serena, ciudad en la que está radicada hace algún tiempo. Sin embargo, ella siente la diferencia entre ambos lugares y califica su experiencia en Andacollo como “maravillosa”, “Era lógico que ellos en algunas clases vinieran con pena pero luego la emoción cambiaba, se iban tranquilos, confiados. Mucho de esta enfermedad se trata con la mente”. 

COMPARTE EN TUS REDES:
Ver archivo