Gracias al apoyo de los fondos CAT, a través de minera Teck, el Centro de Madres Iris Sola recibió apoyo monetario para su proyecto, destinado a socias de dicha agrupación y a integrantes de la Unión Comunal de Centros de Madres.
Un nuevo proyecto es el que están desarrollando 30 mujeres de Andacollo, 15 son socias del Centro de Madres Iris Sola y 15 representantes de los otros centros de madres que hay en la comuna. La idea es que aprendan todo lo que implica el mundo de las costuras, desde conocer sus máquinas hasta crear sus propias prendas de vestir.
En este sentido, el curso de corte y confección tendrá una duración de cuatro meses, terminando en el mes de junio. El enfoque está en el reciclaje de telas, por ejemplo, la mezclilla, la que se está utilizando para confeccionar bolsos y delantales. Roxana Rodríguez, presidenta del Centro de Madres Iris Sola, indicó que “le damos las gracias a minera Teck por gestionar nuestro proyecto, y a todas las personas que componen la mesa CAT. Ha sido una experiencia muy bonita, porque nuestro proyecto se enfoca en reciclar, aprender a bordar, y todas las socias están muy agradecidas y contentas, esto es un aporte para cada familia, porque se puede trabajar en el rubro”.
Asimismo, Teresa Núñez, integrante del Centro de Madres Herminia Guerra, señaló que “ha sido una experiencia muy bonita, acá tenemos buena comunicación entre todas las compañeras, nos ayudamos. La profesora es excelente, tiene paciencia, porque hay personas que no sabían nada. Ha sido muy acogedor estar acá y nos sirve para trabajar desde la casa”.
Los talleres se están desarrollando de lunes a jueves en dependencias de la Unión Comunal del Centro de Madres, quienes en conjunto han estado participando de este proyecto. Por su parte, Graciela Arancibia, presidenta de la Unión Comunal de Centros de Madres, expresó que “la idea es aprender y quizás de aquí sacar un emprendimiento, no todas sabían coser, pero acá hemos aprendido y hemos hecho lazos de amistad. Es importante ver que todas están motivadas y a gusto con este proyecto”.
Finalmente, Sandra Espinoza, monitora del taller, explicó que en la primera etapa están aprendiendo la utilización de las máquinas y luego “vamos a comenzar con arreglos de ropa, cosas simples, también vamos a aprender a usar la bordadora, y el último taller es de patronaje y confección”. Además, manifestó que es una nueva experiencia “tanto para ellas como para mí y ha sido muy bonito poder compartir con otras mujeres que tienen muchas ganas de aprender”.
Un curso que, sin duda, traerá nuevos conocimientos a las participantes, lo que se podría traducir más adelante en un aporte económico familiar para cada una de las que desarrolle este oficio.