Unas remozadas dependencias, recibieron a las más de 150 personas, que forman parte de la comunidad educativa de la Escuela de Talentos Andacollinos, quienes, desde el martes 5 de abril, comenzaron el proceso de formación cultural 2022.
La casa patrimonial del Cirujano Videla, ubicada en calle Sierra Nº500, sede de la Unión Comunal de la Cultura y de la Escuela de Talentos, desde el diciembre pasado, ha venido realizando trabajos de renovación, para ofrecer las mejores condiciones de infraestructura a la comunidad, a estudiantes y a miembros de la escuela.
Las obras de mejoramiento son una iniciativa conjunta de la Unión Comunal de la Cultura, la Agrupación Cultural Maray, en trabajo colaborativo de sus socios, especialmente, Julio Vega y Yenia Flores a través de ProArq Vega Flores. Como en todos los años anteriores, estos trabajos son realizados con recursos propios, que ambas organizaciones culturales, se adjudican a través de proyectos.
Las obras realizadas este año, corresponden a la renovación de las salas donde se imparten los talleres y consideraron el arreglo de pisos, cielos, muros; mejoramiento de sistema eléctrico y arreglo de zona de sanitarios. Además, contempla el hermosamiento de la fachada de la casa.
La coordinadora artístico pedagógica de la Escuela de Talentos; Marianela Olivares junto a Dilan Valenzuela, presidente de la UCCultura, estuvieron a cargo de la propuesta y avance de los trabajos de las obras.
“Sentimos una gran responsabilidad por poder brindar un espacio digno a nuestra comunidad; por ello y a pesar los escasos de los recursos, nos vemos en la obligación de hacer arreglos y mejoras nosotros mismos.” Expresó Andrea Campusano, presidenta de la Agrupación Cultural Maray.
Asimismo, Dilan Valenzuela, presidente de la UCCultura llamó a estudiantes, apoderados y funcionarios a ser flexibles, porque aún quedan pendientes algunos trabajos en los exteriores, los que se ejecutarán hasta mediados de abril.
Finalmente, Andrea Campusano destacó que “es urgente trabajar en una solución definitiva que permita a ambas organizaciones contar con un espacio propio, después de tantos años de trabajo cultural comunitario, se hace imprescindible”.