El sábado y domingo se vivieron los últimos días de la jornada de oración “Encuentro con María, compartiendo la esperanza”, concluyendo así las celebraciones preparadas por el Santuario para conmemorar la tradicional Fiesta Chica de Nuestra Señora del Rosario de Andacollo, que nuevamente este año debió vivirse de manera online.
Durante el día sábado los dos Templos y la Gruta de la Luz, permanecieron abiertos, por lo cual recibieron una gran cantidad de peregrinos que subieron al encuentro de María, ya sea, cabalgando, en bicicleta o caminando. Por la tarde, concluyó la Novena de preparación que se realizó de manera presencial con los aforos permitidos dentro de la iglesia.
En tanto que, ayer el Templo Parroquial y la Basílica estuvieron cerrados. A la Gruta de la Luz se permitió el ingreso controlado de devotos que llegaban a encender sus velas para pedir o cumplir una manda.
A las 11:00 se efectuó la misa central presidida por Monseñor René Rebolledo, Arzobispo de La Serena y concelebrada por el Rector del Santuario Padre Adam Bartyzol, con la asistencia del Cacique de los Bailes Religiosos, el vice Cacique, Alcalde, Concejales y representantes de los Bailes, de los Anderos y de la Guardia del Santuario.
En su homilía el Obispo indicó “nosotros los que estamos aquí veamos en nuestro corazón a miles de personas que han experimentado la bendición en sus casas, en sus familias y pueblos. Decimos: Dios me trajo hasta acá, me acompañó con su gracia y cariño. Estábamos acostumbrados a vivir la fiesta por decenios de una forma muy entusiasta. La pandemia ha cambiado esta residencia, la basílica, la plaza y las calles de Andacollo, todo nos hablaba de un encuentro que marcaba nuestras vida, el encuentro con Jesús, hijo de Dios y con su santa madre, vivido en comunión como una sola familia. No obstante los límites, celebramos este año buscando protegernos y cuidarnos de eventuales contagios, siendo muy responsables. Estamos un pequeño grupo representativo y la distancia física no debe ser impedimento para que vivamos en comunión la fiesta chica y el encuentro con Jesús y su Madre”.
Otra actividad muy esperada por la comunidad andacollina era la procesión vehicular con la sagrada Imagen de la Chinita que llegaría a todos los barrios de nuestro pueblo. A las 14:00 hrs. con una gran cantidad de personas y Bailes Religiosos se produjo la salida desde el Templo, muchos fieles caminaron acompañándola en su recorrido que partió por el sector centro, para continuar a Chepiquilla, Nueva Churrumata, El Curque, Casuto, Mackenna, Población, Las Catanas, Barrio Martínez, Barrio Sanidad, Barrio Norte y Barrio Matadero.
En su paso por dicho sectores fue recibida por los Bailes Religiosos, por las familias, quienes en sus hogares prepararon altares y los vecinos que adornaron con globos las calles, como signo de alegría por la visita de la Madre Santísima.
Más de 6 horas duró el recorrido, concluyendo en el frontis del Templo, donde fue recibida por centenares de personas que esperaban su llegada. Se entonaron con mucha emoción los Himnos de Chile y de Andacollo, los Bailes danzando y los instrumentos retumbando para despedir a Chinita.
El Cacique, Jaime Guerrero, se despidió señalando que “hermanos y hermanas para mí es una alegría poder sacar a pasear a nuestra madre por su pueblo, a todos se nos alegra el corazón. Te doy gracias por la alegría que nos regalan a todos los que llegamos a tu casa a venerarte. Señora mía te doy gracias por tu pueblo, bailes religiosos y hermanos peregrinos, que han llegado hasta tus pies a entregarte sus necesidades. Te pido por lo bailes que no han podio venir y que a la distancia te bailan de corazón, doy gracias a Dios nuestro padre por el encuentro que hemos tenido contigo”.
Finalmente, el Padre Adam expresó que “todos hemos llegado a la casa de la Virgen, a la cual llegamos para encontrarnos con una mujer que nos tiene un amor incondicional, hemos vivido una fiesta distinta, pero con un amor e intensidad que nos marcará para toda la vida. María ha recorrido su pueblo, ella es mujer de pueblo, es nuestra y es la mujer que nos trae a su hijo Jesús, es una mujer que nos conduce a su hijo, María es la casa que hemos venido a buscar refugio y dar gracias, María nos acompaña, nos alegra, nos renueva para seguir adelante a pesar de las dificultades y problemas”.