Una de sus grandes y recordadas obras son las pinturas de los Misterios del Rosario, que se encuentran actualmente en el camarín de la Virgen.
Con gran pasión, Manuel Abalos, pintaba sus cuadros en óleo y otros materiales, destacándose en diversas comunas a lo largo del país y también en Estados Unidos. En aquellos años, alrededor de la década de los 50, sus obras eran elogiadas por quienes las observaban, destacando su capacidad autodidacta y su dedicación. Además, el pintor se dedicó al comercio, siendo dueño del negocio “El Palomar”, y dejando un legado artístico para sus hijos y para los andacollinos hasta el día de hoy.
Su hijo, Leonardo Abalos, recuerda a su padre con gran emoción, sobre todo por sus obras de arte, donde lo acompañaba e incluso aportó pintando en algunas ocasiones. “Mi padre pintaba siempre, y dividía sus tiempos entre la pintura y el negocio. Me da nostalgia ver las obras de mi padre, es lindo y por eso, hicimos un acto solemne con el coro de hombres para poner una placa con su nombre para identificar quién fue el que hizo las obras que están en el museo de la Virgen”, indicó Leonardo.
Fueron alrededor de 22 obras de distintas temáticas y 9 que se encuentran en el museo de la Virgen, las que tomaron un año, aproximadamente, como recuerda su hijo Leonardo, quien, expresó que es un orgullo seguir apreciando el arte de su padre en estos tiempos. Por su parte, Leonardo ha seguido los pasos de su padre, siendo también pintor en óleo, heredando los talentos de su padre y su madre, Imelda López.
Sin duda, un gran legado fue el que dejó Manuel, quien falleció a los 86 años en 1986, pero en su vida siempre se destacó participando en la música, poesía, pintura e incluso, en el grupo teatral “Alondra”, donde aportaba con los decorados y también actuaba en obras. Sin duda, un artista recordado y querido por la comunidad, quien dejó un legado en la identidad de Andacollo, pero también en sus hijos, quienes continúan en el mundo del arte y la cultura.