Material didáctico como libros de abecedario, vocales, colores y texturas, es lo que Carla Gajardo, crea para ayudar a los padres a enseñar a sus hijos o a personas con alzheimer u otros trastornos.
Desde Antofagasta, Carla Gajardo, madre de cuatro hijos, de los cuales tres presentan autismo en niveles 1 y 3, tomó la decisión, junto a su esposo, de trasladarse a vivir a Andacollo, donde reside desde hace dos años. Su motivación fue buscar la tranquilidad de su familia, la inclusión en los colegios y la sociedad en general, lo que, sin duda, permitió mejorar la calidad de vida de quienes ama y protege.
Cuando recibió el diagnostico de su segundo hijo, Carla supo que no podía quedarse atrás, y debía convertirse en el primer pilar de apoyo para él, quien en ese entonces tenía solo 7 años de edad. Por eso, esta madre decidió estudiar la carrera de técnico superior en educación diferencial, ya que estaba convencida de que serviría para su hijo y también para aportar a la sociedad.
Posteriormente, Carla tuvo dos hijos que también presentaron el trastorno, y su última hija, de 3 años, tiene un nivel 3, el más severo, ya que no habla y asiste a Teletón por problemas motrices. “Es difícil, porque nosotros vivimos las dos caras del autismo. Para nosotros como padres a veces es frustrante no entender cuando nuestra hija nos quiere decir algo, porque hay veces que no podemos, es muy demandante y cuesta mucho adaptarse a esas necesidades”, señaló Carla Gajardo.
Sin embargo, y a pesar de las dificultades, Carla nunca ha dejado de capacitarse y de buscar alternativas para ayudar a sus hijos y a quienes lo necesiten. Por eso, creó su emprendimiento “Mi rincón azul”, instancia donde crea material de tipo pedagógico no solo para niños y niñas con autismo, sino para personas con alzheimer o personas con otros trastornos, material que es completamente personalizado según las necesidades.
Para Carla y su familia, vivir en Andacollo ha sido sinónimo de oportunidad y tranquilidad, porque, según expresó, “acá los niños pueden jugar en la calle y yo estoy tranquila, los ruidos no son como en una ciudad grande, mi hijo mayor fue acogido muy bien en el colegio, algo que no podíamos tener en Antofagasta, así que es perfecto para nosotros”.
Actualmente, el autismo no tiene explicación científica o causa comprobada, sin embargo, cada vez existen más herramientas para realizar el diagnóstico, como test, profesionales complementarios, y otros elementos que ayudan a tener más certeza.
La hija menor de Carla, asiste al jardín Tesoros de la Montaña, donde se han adaptado y se implementó una sala de estimulación para poder ampliar el trabajo pedagógico con ella y los niños y niñas que lo requieran. Asimismo, Carla también colabora activamente en las instancias que requieren sus conocimientos y apoyo dentro del establecimiento, pero también está dispuesta a ayudar a quienes la necesiten.
Por eso, envió un saludo y realizó la siguiente invitación, “para los padres que han o estén recibiendo diagnostico de autismo de sus hijos, les mando un abrazo enorme, mucha paciencia y mucho amor, les puedo abrir las puertas de mi casa cuando quieran para compartir mi experiencia, planificar el aprendizaje junto a sus hijos, porque ellos son diferentes, pero no son inferiores, y eso está bien”.