Comenzó siendo un pequeño kiosko de venta de huevos de casa y de codorniz, y tras años de esfuerzo, hoy es un gran negocio que recibe a todos quienes transitan por la ruta D-51 para deleitar con su variedad de productos.
Un emprendimiento familiar liderado por Patricia Mery, emprendedora andacollina que ha seguido el legado de su padre con la venta de deliciosos productos y la fabricación de distintos tipos artesanías. Ya han pasado 12 años desde el día en que decidió asumir el compromiso de su negocio, algo que, según ella, la hace muy feliz y la mantiene motivada día a día.
En la ruta D-51, específicamente en el sector de La Percala, se encontrarán con este verdadero “oasis” en el camino, un nombre con significado, ya que es uno de los últimos negocios antes de llegar a Andacollo. La idea de este lugar, es ofrecer a sus clientes una variedad de plantas, artesanía en greda, artesanía en yeso, suculentas, árboles frutales, huevos de casa y huevos de codorniz, destacando que en este último fueron pioneros en su venta hace muchos años.
“Algunas personas me felicitan con harto cariño, estoy contenta y todos los días tratando de surgir un poquito más. Todo lo que hago es pensando en la dueña de casa que pasa por acá para que encuentre algo lindo y rico en el camino”, expresó Patricia.
En el lugar, también podrán encontrar un rico pan amasado que la señora Patricia hace 3 o 4 veces a la semana, dependiendo de la demanda, además encontrarán huevos de casa y de codorniz, ya sea para comprar o comer en el mismo lugar, una parada obligada para recargar energías y continuar el camino, donde, además, serán recibidos con alegría por Patricia, quien recalca que es muy feliz en su negocio e invita a todos a visitarla. “Voy a estar atendiendo yo o mi pareja, somos los dos, felices de que pasen y prueben todos nuestros productos”.