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APROMA, el colectivo andacollino que se la juega por la agroecología

2 enero, 2020

La agrupación fue capacitada por el ingeniero agrónomo andacollino, Oscar Campusano, quien trabaja hace más de 25 años en el área sustentable y natural.

Con el objetivo de potenciar el cuidado del medioambiente y contribuir a evitar la degradación del suelo fértil, es que la Agrupación Pro Ambiente de Andacollo (APROMA), decidió presentar a los Proyectos CAT la iniciativa “Capacitación en Huerto Ecológico”, que tiene como fin entregar los conocimientos técnicos para la implementación de huertas orgánicas, preparación de compost, elaboración de insecticidas naturales, entre otras acciones.

Para esto, el colectivo estableció su centro de operaciones en un predio ubicado en el sector de El Arrayán, cercano a El Manzano, sitio donde el grupo de entusiastas mujeres recibieron la capacitación necesaria, a través de clases teóricas y prácticas, para llevar a cabo este importante desafío que promete cambiar la forma de comprender la agricultura a pequeña escala.

María Virginia Monárdez, es la presidenta APROMA y comenta que “este proyecto se genera por una necesidad de aprovechar todos los desechos orgánicos que comúnmente tenemos en nuestra casa; hojas, restos orgánicos de la comida, guano de cabra y convertirlos en abono autosustentable con el fin de producir un huerto agroecológico”, afirma.

En efecto, durante dos meses de trabajo, estas micro agricultoras ecológicas fueron capaces de lograr importantes avances, como la generación de abonos naturales a base de compost, lombriceras y bokachi. Estos elementos permitieron la siembra de lechugas, pimientos, tomates, tres variedades de porotos y maíz pastelero. Pero eso no es todo, los alimentos pudieron ser cosechados gracias a los cuidados con que fueron tratados, se construyó un pequeño invernadero y se desinfectó la plantación con jabón potásico, un efectivo insecticida natural que también fue elaborado por ellas mismas.

Olga Monárdez Araya, reconocida florista del sector e integrante de la agrupación, se muestra agradecida de la iniciativa y detalla que “gracias a este proyecto, hemos aprendido a generar nuestros propios productos naturales para desinfectar, fumigar y cuidar nuestras plantaciones. Siempre supimos que estos productos existían, pero no sabíamos identificarlos ni prepararlos; con esta iniciativa todo cambio y ahora hacemos abonos orgánicos, compost y todo lo necesario. Hoy podemos plantar una lechuga, cosecharla y comerla sin miedo porque la cuidamos nosotros mismos, literalmente del campo a la mesa”, sostiene.

Según detallan, la idea es continuar con estas experiencias y seguir potenciando estas técnicas con el fin de generar una cultura medioambiental y sustentable, que luego pueda ser replicada en otros lugares de la comuna y la región.

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