Don Hernán Pérez es un esforzado andacollino que día a día trabaja en su mina para continuar un oficio que lo enorgullece y que es patrimonio intangible de nuestra comuna, porque los pirquineros han escudriñado estos cerros en busca de sustento para sus familias desde hace siglos.
Actualmente trabaja en el sector de Las Loas junto a sus tres hijos, siendo uno de los más antiguos integrantes de la Asociación de Pequeños Mineros de Andacollo Fuerza y Esperanza, que se formó el año 2011.
Nos comenta que han tenido que luchar mucho para lograr trabajar de manera tranquila en los puntos de extracción que les han asignado y para ello siempre han buscado el diálogo con los dueños de las pertenencias. También han acatado las recomendaciones de Sernageomin en cuanto a seguridad, lo que les ha permitido estar inscritos de manera legal en la Seremía de Minería.
Don Hernán, cuenta que lleva toda una vida dedicada a la extracción de metales, comenzó en el año 1967 en Andacollo, luego continúo en Taltal, Antofagasta, Pueblo Hundido y otros sectores de la región de Atacama.
“Me siento orgulloso, más como andacollino porque la pequeña minería me ha dado para criar y educar a mis hijos. No sólo soy yo, sino que todos los mineros en general, como recordarán en los años 80 en Andacollo no existían profesionales y en base al esfuerzo de muchos hombres y mujeres han podido hacer el sacrificio de educar a sus hijos, y hoy en día Andacollo cuenta con una gran cantidad de profesionales”, comentó el pirquinero.
Este andacollino curtido por el sol y el trabajo duro, es enfático a la hora de destacar que nuestra comuna es un baluarte de la pequeña minería a nivel nacional y que no es para cualquier persona porque “el gran conocimiento de lo que es la pequeña minería la tiene el pirquinero que puede que no sepa ni leer ni escribir, pero basta que suba a la cima del cerro, pegue una sola mirada y diga por allá corre una veta de oro o cobre. Puede que no sepa poner su nombre, pero tiene esa expertise y esa es la gracia de la pequeña minería y Andacollo representa la tradición de esa minería”.
Finalmente, comenta que para ver frutos de la minería hay que ser constantes y esforzados, porque el ser independiente requiere más responsabilidad para trabajar, no hay horarios, ni días de fiesta o feriados. Hay que hacerse a la idea de trabajar semanalmente, porque “si no se produce a la semana no se para la olla, por decirlo de alguna manera y él que se tienta mucho o se va en puro placer menos para la olla”, señaló entre risas don Hernán.