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Pablo Peña, profesional de la salud del hospital José Luis Arraño, explicó las medidas que la población puede llevar a cabo para evitar la propagación de enfermedades respiratorias durante este otoño e invierno.  

Las bajas temperaturas que se han visto en lo que va del otoño andacollino y el aviso de posibles lluvias para este fin de semana, han llevado a la población local a preocuparse de tomar acciones para evitar las enfermedades que traen consigo estas variables climáticas.

Pablo Peña, médico del hospital José Luis Arraño de Andacollo, indicó que las particularidades de la zona la hacen un lugar altamente propenso para contraer enfermedades respiratorias: “El clima acá es sumamente extremo, a diferencia de lo que pasa en la costa. Quienes conozcan La Serena o Coquimbo se habrán percatado de que la humedad existente permite una cierta regularidad en las temperaturas. En Andacollo es distinto, ya que se encuentra sobre el nivel del mar, está rodeado de tierra y relaves, y presenta cambios extremos de temperatura. A eso hay que sumarle la existencia de altos agentes alérgenos: muchos animales, pasto, tierra y polen, que si bien se ve más en primavera, puede aumentar su concentración en otoño e invierno”.

Medidas dentro y fuera del hogar

Peña distingue entre las medidas que deben tomarse en los hogares y los servicios asistenciales, todas ellas comprendidas en la campaña de invierno del ministerio de Salud: “En esta última, tenemos la vacunación contra la Influenza. Por eso, yo hago el llamado a las familias que tienen un niño o niña menor de 5 años, un adulto mayor de 65 años o un enfermo crónico, a que asistan a colocarse la inyección, puesto que aún nos falta llegar a todo nuestro público objetivo. En cuanto a las medidas para llevar a cabo en los hogares, llamamos a tener ojo con los enfermos respiratorios, puesto que Andacollo es una ciudad donde existe un alto porcentaje de silicosis y  enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), por lo que recomendamos evitar las bajas temperaturas en la mañana y en la noche. El aire, a esas horas, es denso, frio y seco. A veces se pueden ver las gotas de vapor de agua condensadas. Esto es dañino para las vías respiratorias, produciendo irritación, mucosa y todos. Recomendamos a quienes deban, sí o sí, exponerse a este aire el cubrirse la boca, no solamente por los virus, además para que el aire pase filtrado a las vías respiratorias”.

Punto aparte fue, para él, las sugerencias en el uso de calefactores dentro de los hogares: “Ojalá se vayan descontinuando las estufas a leña porque producen material particulado. Si uno va a colocar uno de estos artefactos dentro del hogar, hay que instalarlos en la habitación más amplia de la casa, puesto que liberan gases tóxicos que saturan el aire y disminuyen el vapor de agua. Ese aire denso reseca las mucosas y provoca que sean más difíciles de botar. Además, se deben cerrar puertas y ventanas, mantener la estufa en mínimo y en un espacio común”.

Medidas para los ya enfermos

En cuanto a este punto, el médico manifestó que lo primordial es saber manejar la eliminación de las secreciones del paciente, al ser los principales medios de contagio: “No es necesario que estén totalmente aislados, pero sí que se tenga cuidado con el manejo de fluidos y gotas que puedan caer. Éstas viajan pero contagian al incorporarse a ciertas mucosas de nariz y boca. Por ello, recomendamos que los pacientes no tosan encima de personas no infectadas, que no compartan cubiertos y el lavado constante de manos. También, el tener cuidado con los cambios de temperatura. El hecho de que produzca enfermedades respiratorias tiene mucho de mito y realidad, puesto que producen, principalmente, una disfunción del sistema inmune. Es importante evitar la exposición continua a estos cambios, especialmente los niños y niñas. Pedimos no abrigarlos demasiado porque eso produce peaks febriles. Recomendamos vestirlos por capas: la primera que sea de algodón para absorber la sudoración y las demás colocarlas en forma progresiva. Lo mismo con las frazadas de cama. En casa, que usen una capa menos y en la calle una más. Poner atención en abrigar los pies con un buen calzado, especialmente si va a ver exposición al agua”.

Finalmente, agregó las señales a las que se debe estar atento para saber si un amigo o familiar ya se encuentra con el cuadro respiratorio: “Hay que reconocer cuatro variables para saber si alguien está enfermo o no: primero, la aparición de coloraciones azuladas en los labios, llamadas sinoasis, debido a la falta de oxígeno y alta obstrucción pulmonar. Segundo, el hundimiento de costillas o de la zona de la clavícula, los tirajes costales, ya que representan dificultad para respirar. Tercero, la presencia de fiebre persistente, que es aquella que dura más de cinco días y cuarto, las apneas, que son complicaciones para respirar por tiempos prolongados. Cuando estos signos se conjugan, es necesario una apreciación médica”.

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