Este tratado internacional fue aprobado el 20 de noviembre de 1989 por la Organización de Naciones Unidas (ONU). Para el organismo, el objetivo de esta carta fundamental es “promover en el mundo los derechos de los niños y niñas, cambiando definitivamente la concepción de la infancia”, rigiéndose por cuatro principios fundamentales: la no discriminación, el interés superior del niño, su supervivencia, desarrollo y protección, así como su participación en decisiones que les afecten. Chile se adscribió a la Convención el 14 de agosto de 1990.
La Oficina de Protección de Derechos de la Infancia (OPD) de Andacollo realizó, el pasado miércoles, una actividad para conmemorar un aniversario más de la Convención de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes. En la ocasión, hubo juegos, clases de zumba y un cóctel para los padres, apoderados y estudiantes asistentes de todos los establecimientos educacionales de la comuna.
Emilia Araya es estudiante de 4to Básico del colegio San Lorenzo de Andacollo y destacó la importancia que esta actividad tuvo para los niños y niñas asistentes, “es genial, porque nos divertimos y aprendemos sobre los Derechos del Niño. Me encanta venir para acá y salir un rato de la escuela, donde también nos hablan de ellos. Nos dicen que si no se respetan, debemos avisar, siempre recalcando que tenemos que respetar para ser respetados. Ahora vamos a tener una prueba sobre el tema”.
Posteriormente, Ariel Gálvez, profesor de Historia y Geografía del colegio San Lorenzo, indicó los alcances académicos que tuvo el evento, “me pareció una actividad súper interesante, que marca un aprendizaje significativo para los estudiantes sobre el tema, más allá de lo que enseñamos en los libros, siempre haciendo énfasis en se tienen derechos y deberes. Se trata de una instancia muy importante para celebrar este importante acontecimiento y hacer la posterior retroalimentación en clases. Es una aprendizaje significativo para ellos, lo que quiere decir que no se les va a olvidar nunca”.
Después, Jeannette Oulette, encargada de OPD Andacollo, agradeció el apoyo que se tuvo para realizar esta celebración, por parte de las comunidades educativas, “esta fiesta estaba planificada desde principio de año y estamos felices de que haya salido bien. Participaron muchos niños y niñas, por lo que estamos muy agradecidos con los directores de los colegios, que siempre nos apoyan en nuestras actividades y nos permiten seguir trabajando por mejorar la calidad de vida de los niños y niñas de la comuna”.
Finalmente, Juan Carlos Alfaro, alcalde de Andacollo, enfatizó el rol que tiene la infancia dentro de la comuna, “seguiremos fortaleciendo lazos con la OPD y fomentando las actividades donde participen niños y jóvenes, puesto que es muy importante, para nosotros, que sean parte de nuestra comunidad. Esta fecha es trascendental, puesto que se firmó la Convención Internacional de los Derechos del Niño y de ahí que se celebre año a año, para ellos se vayan dando cuenta de la información que ésta contiene, que les da protección y seguridad”.
Historia de esta Convención
La historia de la Convención Internacional de los Derechos del Niño se comenzó a gestar en 1948, con la aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Luego, en 1959, la ONU ratificó la Declaración de los Derechos del Niño, que garantizaba diez derechos universales a este sector de la población. Sin embargo, su firma no fue obligatoria para los países que forman el organismo.
Posteriormente, en 1978, el gobierno de Polonia sometió a la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas la versión provisional de una Convención sobre los Derechos del Niño.
Finalmente, la Convención fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989 y entró en vigencia en 1990, con la subscripción de 20 países, entre los cuales estaba Chile. La Carta garantiza los siguientes Derechos a los niños y niñas del Mundo:
1. A la identidad y la familia:
-La vida, el desarrollo, la participación y la protección.
-Tener un nombre y una nacionalidad.
-Saber quiénes son sus papás y a no ser separados de ellos.
-Que el Estado garantice a sus padres la posibilidad de cumplir con sus deberes y derechos.
-Crecer sanos física, mental y espiritualmente.
-Que se respete su vida privada.
2. A expresarse libremente y el acceso a la información:
-Tener su propia cultura, idioma y religión.
-Pedir y difundir la información necesaria que promueva su bienestar y desarrollo como personas.
-Que sus intereses sean lo primero a tener en cuenta en cada tema que les afecte, tanto en la escuela, como en los hospitales, ante los jueces, diputados, senadores u otras autoridades.
-Expresarse libremente, a ser escuchados y a que su opinión sea tomada en cuenta.
-A la protección contra el abuso y la discriminación:
-No ser discriminados por el solo hecho de ser diferentes a los demás.
-Tener a quien recurrir en caso de que los maltraten o les hagan daño.
-Que no se les obligue a realizar trabajos peligrosos ni actividades que afecten o entorpezcan su salud, educación y desarrollo.
-Que nadie haga con su cuerpo cosas que no quieren.
3. A la educación:
-Aprender todo aquello que desarrolle al máximo su personalidad y capacidades intelectuales, físicas y sociales.
-Recibir educación. La enseñanza primaria debería ser gratuita y obligatoria para todos los niños. Todos los niños deberían tener acceso a la enseñanza secundaria.
4. A una vida segura y sana:
-Tener una vida digna y plena, más aún si se tiene una discapacidad física o mental.
-Descansar, jugar y practicar deportes.
-Vivir en un medio ambiente sano y limpio y a disfrutar del contacto con la naturaleza.
-Participar activamente en la vida cultural de su comunidad, a través de la música, la pintura, el teatro, el cine o cualquier medio de expresión.
-Reunirse con amigos para pensar proyectos juntos o intercambiar ideas.
5. Los niños impedidos a la atención especial:
-Los niños impedidos tienen derecho a los servicios de rehabilitación, y a la educación y capacitación que los ayuden a disfrutar de una vida plena y decorosa.
-El derecho de un trato especial en caso de privación de la libertad.