Con 88 años, Rogelio continúa recorriendo los distintos sectores de la comuna para recolectar artículos y contribuir al medioambiente.
Un hombre muy querido por la comunidad andacollina, Rogelio, vive sus días de forma solitaria, ya que su compañera, con quien compartió 37 años, ha partido hace algunos años. Para él, recordar su historia es rememorar momentos de esfuerzo y sacrificio familiar, pero también de alegrías y nuevas oportunidades que le brindó esta zona.
Su historia comienza en el norte del país, lugar donde sus padres residieron en los años 30. Con 18 hijos, la familia tuvo que emigrar al sur para salir adelante, ya que. en esos años, su padre trabajaba en la pampa salitrera, pero en esa época sucedió la crisis y las oportunidades laborales comenzaron a ser escasas. Parte de su familia se trasladó hasta Chillán, y, según cuenta Rogelio, solo 7 hermanos se criaron junto a él en Coquimbo, donde comenzó su vida laboral.
Cabe destacar que, parte de su familia llegó a vivir a Andacollo, ciudad que en ese momento tenía un auge minero, lo que implicó una gran llegada de personas a la ciudad, por lo cual se decidió crear la actual población 25 de octubre, una población obrera. En 1965, Rogelio llegó a la comuna y comenzó a trabajar en minería, donde cargaba mineral, posteriormente fue trapichero, y finalmente, también tuvo su paso por la flotación.
Rogelio recuerda con emoción esos tiempos, aprendiendo las distintas labores mineras y viviendo en la población 25 de octubre, la que señala haber sido “muy linda y entretenida, pero sencilla y humilde”.
Su historia de vida permite conocer la vida de las familias en la década de los años 30, una etapa con grandes crisis económicas, pero donde Andacollo fue una luz de esperanza para tantas familias provenientes de las pampas salitreras. Así como Rogelio, otras familias también llegaron a Andacollo y comenzaron su vida en estas tierras mineras, a la cual agradecen y cuidan.
Rogelio, a sus más de 80 años, sigue siendo una persona activa, y es conocido por su gran empatía con el entorno, el cual cuida a través de su innata labor: el reciclaje. Él ha sido un ejemplo para las generaciones más jóvenes, promoviendo el respeto y el cuidado por algo que pertenece a todos, el medioambiente. Pero más aun, a través de este acto, Rogelio expresa su cariño y agradecimiento hacia esta tierra que lo acogió en tiempos difíciles, donde formó su vida y creó sus recuerdos, y donde continúa caminando feliz en cada una de sus salidas por las calles de la ciudad.