En 1869 el obispo de entonces José Manuel Orrego decide la construcción de un templo mayor que permitiera una atención más digna y cómoda a la creciente muchedumbre de peregrinos.
A un costado de la Iglesia Chica se encuentra el Museo de Ofrendas. Acá turistas, fieles y peregrinos pueden ver las ofrendas que ha recibido la Virgen de Andacollo.