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Eduardo Aguilera: El Eterno Caminante de la Teletón de Andacollo
Como si del mito de Filípides se tratara, el famoso “Lalo”, literalmente, “deja los pies” recorriendo los sectores urbanos y rurales de la comuna, con su polera roja, su credencial, mucho tesón y un solo objetivo: vender hasta el último número de la rifa que busca recolectar dinero para ir en apoyo de los niños y niñas con capacidades diferentes de Chile.
Faltan casi dos semanas para una nueva edición de la Teletón, la cruzada de amor que reúne a todos los chilenos en post de apoyar económicamente los tratamientos de miles de niños y niñas con capacidades diferentes y su completa inclusión dentro de la sociedad. Tristemente, ésta sigue siendo un tema pendiente, puesto que todavía existen casos de discriminación. Deuda reconocida, incluso, por el mismo líder de las llamadas “27 Horas de Amor”, el animador Mario Kreutzberger alias “Don Francisco”.
En cuanto a Andacollo, la comuna continúa desarrollando una serie de actividades para recaudar fondos y superar la meta del año anterior, todo con la dirección de la Comisión Teletón de Andacollo y el trabajo incombustible de decenas de voluntarios. Eduardo Aguilera Ossandón es uno de ellos. “El Lalo”, como es conocido popularmente, es un destacado personaje andacollino y vive en sector El Curque. Aguilera sobresale por su gran carisma y su espíritu solidario. Año a año, participa activamente del capítulo local de esta cruzada, recorriendo las calles de la comuna vendiendo los números para la rifa. Su esmero y sus pies incansables llegan, inclusive, a los sectores rurales con la meta de reunir hasta el último peso que sirva para ayudar a los niños y niñas que se atienden en los catorce centros que la Teletón tiene en todo el país.
Aguilera “saca pecho” con orgullo y dice que ha llegado a vender 150 rifas de la Teletón 2018, los cuales tienen un costo de $500 cada uno. No es para menos, agregándole la larga extensión que tiene la comuna de Andacollo, que abarca 310 Km2, divididos en cuatro distritos.
Finalmente, tras contar las aventuras que ha vivido en su quijotesca ruta, Aguilera aún tiene energías para pedir a sus conciudadanos que hagan su aporte a esta campaña, “estoy feliz de apoyar a la Teletón y llamo a todos a ayudar, porque nunca será tarde para ir en auxilio de los niños y niñas que lo necesitan. Además, nadie está libre de llegar allá mismo. Cuando toco las puertas, la gente me abre inmediatamente, puesto que tienen la confianza de que lo hago sin ninguna mala intensión. La Teletón es una obra súper bonita y yo los invito a participar, no desde mi casa, sino que desde la calle, donde me podrán ver y comprarme un número de rifa. Solamente son $500, pero pueden marcar la diferencia en que un niño se rehabilite o no”.
