En la sede de la Junta de Vecinos N°7, sector Las Catanas, se llevó a cabo la segunda etapa del taller, instancia enmarcada en el proyecto “Recuperación y revitalización de saberes ancestrales” impulsado por la mesa CAT.
Durante la capacitación participaron 15 mujeres de la agrupación Cullu Anta, quienes tuvieron 48 horas de formación centradas en técnicas tradicionales de tejido, para finalmente, lograr dibujar en el telar. Este espacio formativo tuvo como principal objetivo rescatar conocimientos ancestrales del pueblo mapuche, promover la autonomía de las participantes y fortalecer el vínculo con sus raíces culturales.
Erika Álvarez, presidenta de la agrupación Cullu Anta, explicó, “este proyecto ha sido muy enriquecedor, porque va de la mano con lo que nosotras estamos haciendo, que son técnicas ancestrales. El aporte de la mesa CAT ha sido fundamental, sentimos su apoyo para poder realizar nuestros proyectos, sin eso no podríamos hacer este tipo de actividades”.
La actividad fue guiada por la gestora cultural mapuche y tejedora Ruth Becerra, quien valoró el interés y compromiso del grupo, “ha sido una experiencia muy bonita, el destacar lo que son las mujeres indígenas, porque Andacollo se caracteriza por su lado religioso o minero, pero el lado indígena queda un poco más escondido. Me ha gustado ver el interés, y este grupo lo está dando a conocer. Son mujeres que quieren rescatar los oficios ancestrales indígenas”.
Durante el taller, las participantes aprendieron a incorporar formas y dibujos tradicionales en los telares, utilizando técnicas que requieren paciencia, precisión y dedicación. Por su parte, la presidenta de la Junta de Vecinos N°7, Maricela Olivares, también participó activamente y expresó su satisfacción, comentando que, “fue una gran experiencia. Nunca había tejido en telar mapuche, pero aprendí y lo logré. Me quedó muy lindo el trabajo. En general, me sentí muy feliz de haber aportado y aprendido de esta manualidad”.
El proyecto forma parte del proyecto CAT adjudicado por la agrupación Cullu Anta, lo que ha permitido visibilizar los saberes indígenas presentes en Andacollo, generando espacios de aprendizaje colectivo y reconociendo el rol activo de las mujeres en la transmisión de conocimientos ancestrales a las actuales y nuevas generaciones.