Este grupo familiar lleva cinco años caminando teniendo siempre como destino el Santuario, lugar que los congrega en la Fe y fortalece sus lazos familiares.
La familia Fredes es conocida en Andacollo debido a una especial celebración que tienen como familia. Desde hace un lustro, las ramas Zepeda Fredes y Valdenegro se reúnen para realizar una caminata, cuyo destino final siempre es el Santuario. Empezaron con 40 personas y hoy son 85 familiares los que participan de esta particular actividad, la cual nació como una forma de ayudar a un primo enfermo. Este año, tendrá lugar el próximo 29 de septiembre, rompiendo la tradición de hacerla en diciembre.
Pedro Zepeda Fredes, uno de los integrantes de esta animada familia, señaló que el cambio de fecha se debe a la adhesión de más familiares a la actividad: “Hace cinco años, una enfermedad atacó a uno de nuestros primos y nosotros nos dijimos qué algo debíamos hacer para pedir a Dios que lo ayudara o que fuera lo que Él quisiese.
Decidimos hacer una caminata, la cual contó con la participación de todos los primos. Aquella vez, empezamos en San Antonio y terminamos en el Santuario de Andacollo. Todos los años, subíamos en diciembre. Sin embargo, esta vez tuvimos que cambiar de fecha, debido a que se sumaron los Valdés Fredes, quienes estaban erradicados en Brasil. Tenemos como meta llegar al Santuario a las 11:30 hrs para participar juntos de la Misa. Estamos contentos. Ya tenemos todo listo, hasta el equipo de cocina que nos va a acompañar, donde participarán todos los Fredes que no pueden caminar pero que tienen las manos buenas para cocinar”.
Un Largo Anecdotario
Pedro cuenta son muchas las anécdotas e historias que han vivido durante los cuatro años que llevan caminando hasta el Santuario. Dice que son tantas que podrían ocupar tertulias eternas. Aún así, decidió contar de cierta vez que se encontraron con un forastero que les hizo una graciosa observación: “Una vez estábamos en el Santuario y estaba entrando un periodista de una radio de Valparaíso. Cuando nos vio, se acercó y nos preguntó a qué baile religioso pertenecíamos, nosotros le dijimos que no y le explicamos sobre nuestra caminata familiar. Nos contestó que esto que hacíamos era una gran historia que debía saberse en todas partes, pero nosotros le replicamos que esta idea nació solamente para juntarnos como familia en torno al Santuario. Se confundió porque nosotros tenemos hasta camisetas y logo propio, donde llevamos el slogan ‘La Vida está Primero’, porque es el valor que defendemos por sobre todas las cosas”.