Siendo muy joven Manuel Fajardo Zambra, cuando aún no cumplía los 18 años, partió de nuestra tierra de montañas y de minas generosas en metales, para servir a nuestro país a través de la Armada de Chile, durante 30 años.
Dos fueron las motivaciones para elegir la Marina, por una parte estaba la posibilidad de seguir estudiando, porque en esos años no habían los medios económicos, y en segundo lugar le llamó la atención que siendo Chile un país con más 5.000 km de costa, no se valorizaba el mar como era debido en cuanto a las posibilidades que ofrecía y a la vez su protección.
Ya siendo parte de la Institución Naval, nos señala que “me di cuenta lo que significa pertenecer a la Armada de Chile, nunca se me cruzó por la mente la idea retirarme antes de que terminará mi carrera. La Armada me dio muchos valores, aprendí mucho y me dio un buen pasar para formar mi familia, para mí servir a mi patria fue un honor y privilegio”.
Sus vivencias son múltiples, aprovechó al máximo en cuanto a los estudios, gracias a los cuales llegó a ser profesor e instructor de las Escuelas Matrices en Talcahuano. Por sus buenas calificaciones fue destinado por casi un año a la Antártida y también estuvo embarcado en La Esmeralda.
Las experiencias obtenidas en cada uno de los 50 países, de los cinco continentes, que visitó lo marcaron para siempre, pues pudo conocer distintas realidades y culturas, pasando de las carencias de África a la opulencia de los países petroleros.
Actualmente, don Manuel está radicado en nuestra comuna y se dedica a escribir sus memorias, ya tiene varios cuadernos en los cuales narra desde su nacimiento en Churrumata, su niñez y adolescencia en Andacollo, su ingreso a la Armada con detalles de cada buque en los que estuvo con fotos y detalles, su sueño es que algún día se transformen en un libro.