Don Luis Vega, es el integrante más antiguo del Cuerpo de Bomberos de Andacollo, ha sido voluntario por 48 años, ingresó cuando se fundó la Quinta Compañía dependiente de Coquimbo el 11 de junio de 1968 y el cuartel se ubicó en Urmeneta con Lynch. Después con el paso del tiempo la institución creció y llegó a constituir las tres compañías actuales.
Recuerda de esos años que era un Cuerpo de Bomberos pequeño, usaban las clásicas chaquetas negras de cuero y corrían a los incendios cargando agua en los baldes porque algunas veces costaba que el carro bomba partiera.
A sus 83 años ya no sale a emergencias, por ley es hasta los 60, pero no puedo evitar ir al cuartel cada vez que suena la sirena para desearles suerte a sus amigos camaradas. Actualmente es Director Honorario de la Primera Compañía de Bomberos de Andacollo, que lleva el nombre de su hermano Juan Vega, otro socio fundador.
Don Luis asistió a muchos llamados de accidentes mineros, los “aterramientos” en el cerro eran muy frecuentes recuerda cuando tres pirquineros quedaron atrapados en la Mina San Andrés de Las Arenillas en el año 1999, allí trabajaron día y noche durante 120 horas para rescatarlos.
Para los temporales de la década de los ochenta recuerda le tocó estar atado a un cordel sacando las ramas que se quedaban atascadas en los puentes de la quebrada formando diques, así tenían que evitar que se desbordara el caudal e inundara las casas aledañas a la orilla.
Ser bombero es su mayor orgullo y lo será hasta la muerte “es mi familia, ellos me tienen que llevar para arriba,” (al cementerio), es así como su voluntariado y entrega por tantos años le valió el reconocimiento en vida de sus camaradas quienes nombraron al Carro Bomba de la Compañía N°1 con su nombre “la B1 Luis Vega”.