La semana recién pasada en La Serena se realizó la entrega de certificación de competencia laboral en la pequeña minería a 169 personas que se desempeñan en estas labores en la IV Región, a estas capacitaciones asistieron 10 mujeres y la andacollina Hilda Orellana fue destacada en representación de estas participantes.
Hilda, madre de cuatro mujeres y tres hombres , comenta “que para ser minera hay que nacer para este trabajo porque es duro y hay que tener la garra para realizarlo”, para ella que llegó el año 1982 a Andacollo “fue entrar al pueblo y enamorarme de la minería”.
Comenta que a su familia no le agrado que trabajará en este oficio, pero igualmente la apoyan especialmente sus hijas. Quienes la han ayudado a salir adelante y a recuperarse después de su reciente accidente en donde cayó de una altura de 14 mts.
Debido a esta caída es que la obtención de su certificación en el curso del manejo de explosivos y sondaje fue para ella todo un logro, pues como nos comenta “le costo sacarlo y ser reconocida por la ministra de Minería Aurora Williams “fue muy emocionante”.
Para realizar cada día un trabajo mejor y más seguro es que se ha capacitado constantemente, asistiendo a los cursos que le han servido para crecer como pirquinera, actualmente es una de las beneficiarias del Programa de Transferencia Tecnológica a los pequeños mineros de la comuna mediante el cual recibió la asesoría para realizar trabajos de mejoramiento en su faena, ubicada en Las Loas, los que consistieron en unos descansos en la mina, arreglar la corredera, levantar el portalón y recibir un winche con más capacidad para sacar el metal.
Un día cotidiano de trabajo en la mina parte muy temprano, lo primero que hace es elegir una “hebra de la vetilla” y ahí comienza a picar para extraer el mineral de mejor ley que es el adecuado para procesar en los trapiches, cuando junta la cantidad necesaria en lo sacos, una de sus hijas le ayuda con el winche a sacarlos a la superficie.
En cuanto a su relación con otros pirquineros señala que es muy buena, pues ellos la han ayudado y enseñado, por lo que no hay problemas para trabajar juntos. Esto ha sido el fruto de su arduo esfuerzo por abrirse paso en un terreno que siempre fue muy machista, ya que se consideraba de mala suerte que una mujer entrara a las faenas extractivas, hoy ella demuestra que no hay género a la hora de proponerse y lograr metas en distintos ámbitos.