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Basílica de Andacollo cumple 125 años albergando a los peregrinos
La Basílica o Iglesia Grande es sin duda un icono arquitectónico de nuestra comuna, ligado a la religiosidad popular y a la veneración de la sagrada Imagen de Nta. Sra del Rosario de Andacollo. Este magnífico templo de estilo Romano Bizantino demoró 20 años en concluir sus obras, siendo inaugurado en diciembre 1893 ante una multitud de fieles.
A comienzos del 1800 la cantidad de devotos que llegaban a Andacollo habían aumentado considerablemente, es por eso que la Cofradía de Nta. Sra. del Rosario de Andacollo, compró los terrenos donde se emplaza la Basílica y Parque.
Pero, deberían pasar casi 70 años para que concretar el sueño de los Cofrades, en 1869 con el apoyo del Obispo de La Serena, José Manuel Orrego, se decidió la construcción de un templo mayor, iniciándose las obras en 1873 cuando el 25 de diciembre el prelado bendijo la primera piedra de la Basílica, junto al sacerdote andacollino Buenaventura González.
Los planos para levantar el Templo son del arquitecto italiano Eusebio Chelli, la construcción fue encargada a la Empresa de Roberto Parker y la dirección de los trabajos estuvieron a cargo del sacerdote David Díaz Stuard y de Roque Aracena, Mayordomo de la Cofradía, pues la edificación era financiada en un 50% con los aportes de los devotos de María de Andacollo.
Desde ese momento comenzaron los trabajos con mucha voluntad y tesón de obreros y vecinos andacollinos, pues sortearon varias dificultades como el terreno removido por excavaciones de oro, debiendo cavar más de 6 mts para fijar los cimientos del Templo.
Otro obstáculo fueron los empinados cerros de la cuesta, pues había que traer los materiales desde Coquimbo, ahí desembarcaban el pino Oregón de California usado para las vigas, las cañas de Guayaquil para las paredes y las planchas de fierro acanalado para techos y murallas.
Muchas veces ante la escasez de recursos tomaron parte en el trabajo todos los habitantes del pueblo, chicos y grandes, jóvenes y ancianos, ricos y pobres, haciendo sus labores desinteresadamente muchos de ellos, sólo por amor a la Virgen.
Finalmente, el 25 de diciembre de 1893, después de 20 años de trabajo el obispo Florencio Fontecilla Sánchez, bendice e inaugura el Templo Grande con la concurrencia de 8.000 peregrinos y siendo párroco el presbítero José Antonio Torres.
El año 1984 los dos templos parroquiales fueron declarados Monumentos Nacionales. El día 26 de Diciembre de 1998, en la Fiesta Grande, el Obispo Jorge Medina Estévez entregó el título de Basílica.
